No Nos Consta 16/05/21

Berrionditos, Tola y yo no nos aguantamos las ganas de salir a protestar porque enteramente nos da vergüenza con los jóvenes ver el país que les dejamos.

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Pero nos parecía maluquito marchar en pleno pico de la pandemia y entonces organizamos una manifestación de puros vacunaos: “Plantón de la tercera edá con segunda dosis”.

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Convocamos por guasá a la cuchachada y se nos unieron una buena cantidá de viejitos, y logramos el apoyo de varios asilos de adultos mayores pa que mandaran representantes.

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Quedamos de encontranos en el Parque Nacional y allá fueron llegando con sus bastones, sus caminadores y contamos casi treinta en silla de ruedas, y hasta hubo uno que llegó en su cama de rodachines.

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Y que dicha contar con la participación de las coetáneas Amparo Grisales y Margarita Rosa De Francisco, dos bellezuras comprometidas con las luchas del pueblo.

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Oviamente cumplimos todos los prontocolos de bioseguridá y hasta contamos con la presencia del padre Chucho, que trajo los santos óleos por si algún infarto o un enfrentamiento con el Esmá.

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Lo primero que hicimos fue atravesar las sillas de ruedas en la carrera Sétima pa bloquiar el tránsito y poder armar la tarima donde iban a cantar Claudia de Colombia, Fausto, La Negra Grande de Colombia, Ana y Jaime y el Dueto de Antaño.

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Enseguida nos pusimos a organizar la “primera línea”, o sea los ancianos que estarían adelante pa responder cualesquier ataque de la policía. Se ofrecieron voluntarios y Tola descogió a los más cegatones. Es mejor que no vean -me dijo-. Ni que oigan -y les quitó los audífonos-.

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Pa proteger a los cuchitos de esa primera línea les forramos los caminadores en latas de Saltinas, pa que les sirvieran de escudo, y de casco les pusimos bacinillas. Quedaron al pelo.

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Un otorrino voluntario hizo un chequeo pa ver quienes estaban en condiciones de gritar las consinas: ¡Por el derecho a la muerte natural! ¡Entierren el Iva de los entierros! ¡Viva la eutanasia sin cota inicial! ¡Maracachafa medecinal legal! ¡Virgen de Chiquinquirá, jubilá a Uribe ya!

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La programación musical se retrasó porque estábamos esperando las pipetas de osígeno pa los cantantes, pero mientras tanto jugamos un bingo y rezamos el rosario.

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Un viejito chuchumeco sacó alientos y escribió este grafitis con tiza: “Trabaja más el Defensor del Consumidor de Cuba que el Defensor del Pueblo de Colombia”.

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Tola se alebrestó y se fajó un discurso muy aplaudido porque dijo que los viejitos tenemos la obligación moral de ser la vanguardia en las manifestaciones pues somos culpables del país que dejamos.

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¡Nosotros los agüelos debimos frenar al presidente Guillermo León Valencia -dijo Tola enardecida, alzando el brazo a lo Gaitán- cuando a los reclamos de los campesinos contestó con bombardeos!

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Desde entonces Colombia ha “resuelto” sus problemas sociales a la berraca, a punta de chumbimba, dejando a miles y miles de madres güérfanas de sus hijos. Qué pereza.

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Y aprovechó pa dar unos tis en caso de que nos arremetiera el Esmá: no correr que es pior, contra los gases lagrimógenos usar leche pero deslatosada, y sobre todo recordar la recomendación de la Fiscalía: no atravesásele a las balas.

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En esas llegaron unos vándalos y nos tocó salir de güida, y nos fuimos a tomar fresco con la Grisales y Margarita Rosa y les contamos que a Tola y yo nos ofrecieron el papel de ellas en las Hinojosas pero lo rechazamos.

Ñapa: Tola, pa mí una muerte feliz sería irme de este mundo debiendo el Iva de mi entierro.

Ñapita: Una ventaja de que los viejitos lideremos las manifestaciones es que se terminan a las cinco de la tarde, antes que empiece el sereno.